Hablando de Vicios

 Siempre me he preguntado cómo mejorar mi propia vida. En muchas ocasiones no estoy cómodo conmigo mismo, siento que me faltan los objetos materiales y los placeres que me dicen que son buenos. Pensaba que los lujos con que gozaban los demás eran inmerecidos y, por lo tanto, yo también los podía tener.

 

 Con el tiempo la religión me trató de convencer de que las cosas materiales no tienen valor a largo plazo en este mundo, aclarando que lo importante llegaría después de la muerte. Lo único que pedían es ser bueno y alabar a Dios, cosa que consideré razonable. Pero la religión deseaba el auto sacrificio y la obediencia a valores simples, para reafirmar la fe en un ser superior. Teníamos que olvidarnos de nuestro propio mundo interior.

 

 Lo cierto es que no debemos comprometer nuestra felicidad personal, adaptándonos a una religión que nos piden entregar nuestra fe a poderes externos, si no debemos utilizar la fuerza interna para volver más fuerte la voluntad de luchar.

 

 Lo primero que tenemos que aceptar es que nada de lo esperado es gratis. Si queremos tener cosas valiosas en nuestra vida, debemos trabajar en ello. Es obligatorio desearlas, entender cómo se consigue y cuál es su precio, al decir lo anterior no me refiero al dinero, sino al esfuerzo. Hablo de la disciplina para conseguir metas que nos vuelvan mejores, Como acudir al gimnasio, estudiar otro idioma, o leer esos libros de motivación personal que llevamos años comprando y almacenando. Todo esto te llenará de orgullo porque estás edificando dentro de ti cosas buenas y, por lo tanto, lo has podido lograr a partir de tu propio esfuerzo y de todas las oposiciones.

 

 Lo único importante que tenemos está en el interior y eso te hace más fuerte, más listo y siempre estarás tranquilo.

También, buscar placeres sin ningún propósito solo te volverá un esclavo de tus propias adicciones y es la peor de las situaciones posibles. Cualquier placer es efímero, desaparece pronto y, sí, la búsqueda de esa satisfacción no está relacionada con sentimientos, entonces será en vano y buscarás placer solo por el placer y esto te llevará a la adicción, al abismo, y a un fracaso moral y personal.

 

 En cambio, desear la superación como persona, que los deseos sean mejorarnos a nosotros mismos y a nuestra alma, eso es lo que debemos buscar. Tu satisfacción no dependerá de algo ajeno, sino de ti.

 

 El único paraíso que se logra en esta tierra es el que tú conseguir con tus manos, con tu esfuerzo diario, y con la seguridad que es lo mejor que debes hacer.